Pechakucha

1.

Luisa Pardo Urías, 25 años. Actriz, productora, dramaturga y directora. Nací en el DF. He vivido en Chihuahua, CD Juárez, Xalapa, San Luis Potosí, Hermosillo y DF. Hija de Margarita Urías y Rafael Pardo.

2.

Gabino Rodríguez Lines, 25 años, actor, productor, dramaturgo y director. Hijo de José Rodríguez y Montserrat Lines.

No tengo muchos recuerdos claros hasta después de los seis años… Recuerdo a mi mamá persiguiéndome y yo corriendo con una pistola de juguete en la mano. Me acuerdo lo que sentí cuando le di el cachazo en la cabeza.

3.

Mis papás se divorciaron cuando yo era muy chica. Mi niñez y mi adolescencia las viví en Xalapa con mis hermanos Emiliano y Rómulo; después nacieron Rafa, Fernanda, Paolo y Patricio, todos hijos de mi papá. Mi hermano mayor tiene 35 años y el menor menos de 2.

4.

Cuando tenía 6 años mi mamá se murió, después de eso me fui a vivir con mi papá y su esposa Silvia. Un día, mi papá y yo estábamos pintando un mueble en la azotea, yo empecé a jugar con un palo remojándolo en la pintura y sin querer manché un vestido de Silvia. Ella me dejó de hablar durante 2 semanas.

5.

Viví en Chihuahua de los 5 a los 9 años, los primeros años éramos pobres y nos mudamos a una casa fea en un cerro. Mi hermano Emiliano, que tenía 15 años, estaba ahorrando para comprarse unas botas vaqueras y Rómulo, de 6, le robó el dinero. Yo me di cuenta porque se empezó a comprar muchas cosas en el recreo con billetes de dos mil, entonces lo acusé.

 

6.

Cuando tenía 8 años nació mi hermano Genaro, año y medio después nació Matías; Tentenita y Traquita, desde hace 6 meses viven en Guadalajara y los extraño.

7.

Cuando tenía 6 años un primo de mi papá metió su mano por debajo de mi falda, por debajo de mi ropa interior, yo estaba dormida y sentí feo, me desperté pero no abrí los ojos. Nunca le dije a nadie; me lo he encontrado algunas veces y me produce una fuerte sensación de asco.

8.

Mi mamá era de Costa Rica, mi abuelo era arqueólogo y mi abuela una mujer rica, de mundo. De esa familia sólo me quedan mi tía y sus dos hijos.

9.

A mis 9 años nos fuimos Rómulo y yo a vivir a Xalapa con mi papá y su esposa. Mi mamá se quedó en Chihuahua con sus libros. Me empezó a ir mal en la escuela porque no tenía enciclopedias, hasta que mi mamá nos alcanzó 2 años después.

10.

A los 9 empecé a jugar béisbol en la Liga Olmeca, estuve algunas veces en la selección y fui campeón con el equipo Sonora. Dejé de jugar porque en la secundaria estaba de moda el futbol.

11.

Mi mamá construyó una casa muy bonita en Xalapa, se tardó casi dos años en terminarla. Después de 6 meses de habernos mudado ahí, se murió de cáncer en la laringe. Mis hermano y yo hicimos un largo viaje para dejar sus cenizas en la sierra de Chihuahua.

12.

Todas las navidades de mi vida he ido a Durango, con mi abue, mis tías, mis primos, mi papá, Lecs, Tentenita y Traquita, a partir de los 16 años

 

me voy unos días a la casa del Pino para leer, escribir y pensar en soledad.

13.

En Xalapa estuve 5 años en una compañía de teatro donde el director, Jorge Escamilla, me enseñó que el actor escribe, produce y dirige.

14.

Empecé a hacer teatro en la prepa. Luego trabajé con Jesusa Rodríguez y un día me regañó tan fuerte que me puse a llorar, yo, que nunca lloro. 15.

Después entré en el Centro Universitario de Teatro. Conocí a Gabino y nos caímos muy bien.

16.

Entré al CUT, conocí a Luisa y casi sin darnos cuenta empezamos a construir un teatro distinto, por lo menos nuestro.

17.

En 2003 formamos la compañía Lagartijas tiradas al sol, cargada del ímpetu que da el desacuerdo con lo establecido.

18.

El teatro es un lugar desde el que podemos pensar la realidad en la medida en que no es la realidad. Más allá de la tradición; no tiene que ver con Moliere ni con Shakespeare, ni con disfraces, ni maquillajes, ni con voz impostada.

El teatro trata de un encuentro entre dos grupos de personas en un espacio y un tiempo en el que unos muestran a los otros lo que son y lo que les interesa: un punto de vista sobre la vida.

19.

No quiero pedir permiso y no quiero esperar a nadie.

Yo concibo el teatro como mi escuela de vida. Sé que lo hago desde mí, desde muy dentro, y por eso lo nombro verdadero.

 

Tomo lo que soy y lo transformo. Investigo sobre mi contexto y mi interior; hablo de mi pasado, de mi presente y de mis esperanzas hacia el futuro: Me ficciono.

20.

Si digo soy Hamlet príncipe de Dinamarca, el público dice de acuerdo. No necesito cambiar mi cara ni hablar de manera rara, no me interesan las transformaciones físicas, sino las metafísicas. En arte dos cosas pueden ser la misma al mismo tiempo sin que una pretenda ser la otra.

21.

Para mí es indispensable el trabajo en equipo, porque soy conciente de lo parcial de mi mirada. Gabino y yo trabajamos sobre la discusión y el acuerdo. Creamos Lagartijas tiradas al sol por necesidad: porque estamos acostumbrados a reflexionar, opinar y construir.

22.

Lo importante es el encuentro de subjetividades.

¿Cómo llegamos a ser lo que somos? 23.

Es nuestra única oportunidad de crear un mundo con el que estemos de acuerdo; de hablar como queremos y de decir lo que queremos.

No esperamos a nadie y nadie nos espera. El teatro es nuestro.